Amores de Poseidon

 
Poseidón necesitaba una esposa para compartir el reino de los mares, se fijó primero en la Nereida Tetis y la cortejó con gran caballerosidad, colmándola de regalos preciosos. Pero Temis advirtió al dios que debía tener cuidado, porque la descendencia que tuviera con Tetis llegaría a ser más importante que el mismo Poseidón. Esto hizo desistir inmediatamente al dios de su idea de matrimonio con Tetis y comenzó a poner su atención en otra nereida llamada Anfitrite (cuyo nombre significa “la que fluye alrededor”)
 Sin embargo, ocurrió esta vez que la nereida rechazó abruptamente los requerimientos del dios y cuando comprobó que Poseidón no dejaría de cortejarla tan fácilmente, Anfitrite se escapó hacia el monte Atlas. Pero al fin y al cabo Poseidón era un dios y luego del reparto de los reinos con sus hermanos, había aprendido que debía pelear por aquello que deseaba, entonces envió unos mensajeros para que trajeran a la nereida de regreso, donde se destacó la Delfina, al lograr el matrimonio con Poseidón. Como agradecimiento la Delfina se transformó en la constelación Delfín.

  Poseidón, sin embargo, tuvo otros numerosos amores, especialmente con ninfas de los manantiales y las fuentes. Anfitrite era muy celosa, y al igual que Zeus con Hera, su esposo Poseidón tenía muchas aventuras con ninfas y nereidas.
 Se dice que Poseidón estuvo enamorado de la diosa Démeter, y la persiguió mientras buscaba a su hija Perséfone.
Molesta por su persecución, la diosa se transformó en yegua; Poseidón se dio cuenta y se convirtió en caballo.La alcanzó y de esta unión nació Arion, un caballo alado que poseía el don de hablar. Fue entrenado por las nereidas, las cincuenta hijas de Doris y Nereo, para llevar la carroza de su padre. Después fue regalado a Copreo, hijo de Pélope. También se dice que más tarde fue utilizado por Heracles y Adrasto.

En otra ocasión, Poseidón se enamoró de Teofane, quien fue convirtida en oveja y enviada a la isla de Crumisa, donde Poseidón también tomó la forma de oveja y se unió a ella. El resultado fue el carnero de lana dorada, cuya búsqueda sería la meta de los Argonautas.
Poseidón amó también a Medusa en su época de juventud y belleza, y ésta quedó embarazada, y cuando Perseo la mató y la sangre de su cabeza cayó en el mar, nacieron el caballo alado Pegaso y Crisaor.




Uno de tantos amoríos fue Escila, hija de Forcis. Anfitrite, furiosa al enterarse, le echó ciertas hierbas en su baño, y Escila quedó convertida en un monstruo marino de siete cabezas, y doce pies.

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